¿Qué es la terapia online y quién puede aprovecharla?

La terapia online, también conocida como terapia en línea, psicoterapia virtual o telepsicología, es una modalidad de atención psicológica profesional que utiliza plataformas digitales para conectar a terapeutas y pacientes. Este tipo de intervención ha cobrado gran relevancia en la última década gracias al avance tecnológico y a la necesidad de alternativas a los métodos tradicionales de consulta presencial.

La interacción en la terapia online se realiza a través de diferentes medios, como videollamadas, chats, correos electrónicos o llamadas telefónicas. Estas herramientas permiten brindar acompañamiento psicológico desde cualquier lugar con acceso a internet. Plataformas como Zoom, Skype o aplicaciones especializadas en salud mental se han popularizado como canales seguros y eficaces de comunicación entre terapeuta y paciente.

Ventajas de la terapia online

Entre los beneficios más destacados de la terapia en línea podemos resaltar:

Facilidad de acceso: brinda la posibilidad de que personas que residen en áreas remotas o tienen problemas para desplazarse obtengan ayuda profesional. Ofrece una alternativa a aquellos que enfrentan obstáculos físicos, financieros o de transporte.

Comodidad y flexibilidad: los horarios son más flexibles y adaptables a las necesidades del paciente. No es necesario desplazarse, lo cual optimiza el tiempo y reduce costos asociados.

Privacidad: la consulta puede realizarse desde un espacio seguro elegido por el paciente, facilitando mayor comodidad para abordar temas delicados. Para muchas personas, esto contribuye a superar el estigma social relacionado con la asistencia psicológica.

Continuidad del proceso: en situaciones de viaje, mudanza o cambios de rutina, la terapia online permite mantener la regularidad y no interrumpir el tratamiento.

Limitaciones y desafíos de la terapia online

Sin embargo, la terapia en línea también tiene sus propios retos. Uno de los más importantes es la ausencia de contacto personal directo, lo cual, en ciertas situaciones, complica la interpretación de señales no verbales, como movimientos o lenguaje corporal, salvo que se empleen videollamadas de gran calidad.

De igual forma, hay restricciones tecnológicas, tales como la conexión inestable o la carencia de habilidades digitales en ciertos usuarios. Por otro lado, no todos los trastornos o situaciones son adecuados para ser atendidos en línea; por ejemplo, casos de emergencia grave, crisis psicóticas o riesgo de suicidio normalmente necesitan de una intervención en persona.

Otro desafío relevante es la protección de la información y la confidencialidad en entornos digitales, aunque la mayoría de los profesionales y plataformas serias emplean sistemas de seguridad robustos y están sujetos a leyes de protección de datos.

Eficacia de la terapia en línea: pruebas científicas

El debate sobre la efectividad de la terapia online ha sido objeto de numerosos estudios científicos durante las últimas dos décadas. Revisiones sistemáticas publicadas en revistas reconocidas, como la Revista Española de Salud Pública y la Asociación Americana de Psicología, coinciden en que la terapia online es generalmente efectiva para tratar una amplia gama de problemas, como:

– Desórdenes de ansiedad. – Depresión entre leve y moderada. – Gestión del estrés. – Conflictos de pareja. – Terapia cognitivo-conductual (TCC).

Por ejemplo, un estudio de análisis combinado llevado a cabo en 2021 por la Universidad Autónoma de Barcelona determinó que la terapia cognitivo-conductual ofrecida en línea cuenta con una efectividad comparable a la presencial para tratar la depresión y los trastornos de ansiedad, particularmente al emplear videollamadas.

Del mismo modo, la Organización Mundial de la Salud sugiere incorporar la telepsicología como una herramienta táctica en las políticas de salud mental, especialmente en situaciones de emergencia, como la pandemia de COVID-19, cuando el acceso físico es limitado.

Estudios de caso también sugieren que el seguimiento online es eficaz para mejorar la adherencia al tratamiento y facilitar la intervención temprana ante recaídas gracias a la inmediatez en la comunicación.

Cuestiones culturales e individuales

La terapia online no es una experiencia homogénea; influyen factores culturales, edad, nivel de alfabetización digital y las expectativas de cada usuario. En países hispanohablantes, la aceptación de la terapia online ha aumentado considerablemente tras la pandemia, pero aún existen reticencias en ciertos grupos poblacionales por motivos culturales o generacionales.

La base para una experiencia satisfactoria se encuentra en seleccionar un terapeuta con las credenciales adecuadas, utilizar plataformas confiables y acordar de manera clara los horarios, la frecuencia y la confidencialidad. Asimismo, el carácter y las inclinaciones del paciente influyen en su comodidad y disposición para compartir durante las consultas en línea. Una evaluación inicial apropiada permite anticipar cuán adecuada es esta modalidad para cada individuo.

El actual y futuro de la terapia en línea

La terapia en línea es una opción establecida que ofrece nuevas oportunidades para el acceso y la continuación del cuidado de la salud mental. Aunque no sustituye del todo la experiencia cara a cara, el soporte científico, los avances tecnológicos y la flexibilidad que proporciona permiten ajustarla a diferentes circunstancias y necesidades personales. Al final, elegir la modalidad más adecuada dependerá de la situación específica de cada individuo, el asunto a tratar y el contexto de su vida, teniendo en cuenta que la calidad del vínculo terapéutico permanece como un elemento esencial sin importar el medio utilizado.

Por Elcira Garza

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