Un ambiente de luto, dolor e impotencia predominó hoy jueves durante el funeral de los pasajeros fallecidos durante el fatal accidente vial ocurrido la mañana del miércoles en la CA-4, a la altura de la comunidad de Las Merceditas, San Juan de Opoa, Copán, en el occidente del país.

La colisión de dos autobuses dejó 17 muertos y unos 15 heridos. Entre los cuerpos enterrados hoy se encontraba el del menor Marlon Tábora, de solo 14 años, quien a su corta edad trabajaba como ayudante de albañil para sustentar a su familia. Familiares recordaron entre lágrimas que el joven regresó a su casa luego de visitar a su abuela, costumbre que tenía todas las semanas. La población del municipio de Lepaera, Lempira, también lamentó la muerte repentina de vecinos que fallecieron en ese trágico accidente. Entre las víctimas se encuentra Karol Suárez, quien fue trasladada por sus familiares y amigos al Cementerio General.

Los conductores encarcelados tripulaban la gran unidad que regresaba vacía desde la frontera de Agua Caliente, dejando a los migrantes.

La mujer regresaba a trabajar luego de terminar su período de vacaciones, dijo uno de sus familiares. El entierro de más cadáveres está previsto para mañana viernes.

En tanto, la Fiscalía Regional de Santa Rosa de Copán, presentó una solicitud fiscal y en la audiencia de declaración del imputado se dictó la medida de detención judicial por tres delitos en contra de dos conductores que supuestamente provocaron este accidente de tránsito.

Ante el Juzgado de Letras de Santa Rosa de Copán, la Fiscalía Especializada Contra Delitos Comunes (Fecdcom) de la Regional Occidente, presentó acusación contra Wilfredo Baca Carrasco y Jorge Alberto Chavarría, por asumirlos responsables de los delitos de homicidio por causas graves. imprudencia, imprudencia al conducir y lesiones graves. (XM).