En el primer mes del año 2025, la industria de automóviles en México vivió un hecho inusual: aunque la fabricación de autos tuvo un pequeño incremento, las exportaciones disminuyeron notablemente. Se produjeron 312,257 unidades de vehículos ligeros, reflejando un aumento del 1.7% en comparación con enero del año anterior. No obstante, a pesar de este avance en la producción, las exportaciones descendieron un 13.74%, con apenas 219,414 autos exportados.
Este desequilibrio entre el aumento en la fabricación y el descenso en las exportaciones se atribuye a diversos motivos, siendo uno de los principales la incertidumbre ocasionada por la posible aplicación de aranceles. Esto ha influido en las decisiones de compra en mercados clave, particularmente en Estados Unidos, el destino principal de los automóviles producidos en México. La relación comercial con Estados Unidos, que comprende el 83.6% de las exportaciones mexicanas en este rubro, ha sufrido un impacto significativo, con una reducción del 10.8% en las ventas hacia ese país. Esta situación muestra una ralentización en la demanda de autos hechos en México, sobre todo después de que el presidente estadounidense, Donald Trump, asumiera el cargo en enero de 2017, con amenazas recurrentes de imponer aranceles a los productos provenientes de México.
A pesar de este panorama, algunas empresas automotrices enfrentaron descensos considerables en sus exportaciones. Stellantis, por ejemplo, experimentó una caída del 57.6% en sus envíos, con solo 15,035 unidades exportadas frente a 35,432 en el mismo mes del año anterior. De manera similar, General Motors y Nissan también informaron reducciones significativas en sus exportaciones, con una baja del 23.8% y 22.9%, respectivamente.
A pesar de este escenario, algunos fabricantes automotrices experimentaron caídas significativas en sus exportaciones. Stellantis, por ejemplo, vio una reducción del 57.6% en sus envíos, con solo 15,035 unidades exportadas en comparación con 35,432 en el mismo mes del año anterior. De manera similar, General Motors y Nissan también reportaron caídas notables en sus exportaciones, con una disminución del 23.8% y 22.9%, respectivamente.
A pesar de la caída en las exportaciones, el panorama general no es completamente negativo. La producción de vehículos ha logrado mantenerse relativamente estable en comparación con años anteriores, aunque aún está por debajo de los niveles registrados en 2020, antes de la pandemia. En ese año, se fabricaron 328,085 unidades, un número que superó al de enero de 2025. Este retroceso puede atribuirse a varios factores, incluyendo el impacto de la pandemia en la cadena de suministro y los desafíos logísticos que aún afectan a la industria a nivel mundial.
En este contexto, el gobierno mexicano ha estado trabajando en diversas iniciativas para mejorar la competitividad del sector automotriz. Uno de los proyectos clave es el impulso de la electromovilidad, con el objetivo de convertir a México en un centro de producción y exportación de vehículos eléctricos e híbridos. Esto no solo busca diversificar la oferta del país, sino también reducir la dependencia de los vehículos de combustión interna y adaptarse a las tendencias globales de sostenibilidad. Además, se está fomentando la creación de nuevas plantas en estados como Puebla, lo que contribuirá a la producción local de vehículos y a la sustitución de importaciones de partes y componentes desde Asia.